miércoles, 6 de mayo de 2009

Chulería

"Había una vez un gallo presumido y mentiroso que se llamaba Gallo Quirico. Un día recibió una invitación de boda, pues al domingo siguiente se casaba el Tío Perico..."

Cuando me puse a hacer fotos a un gallo no pensé que era tan difícil.
Estas aves son grandes y al ser domésticas nos podemos acercar sin muchos problemas, pero son desconfiadas y no están quietas. Incluso cuando están quietas hacen movimientos imprevistos rápidos (tipo tics) con la cabeza, de tal forma que muchas fotos quedan movidas. Mi solución: hacer bastantes fotos para después seleccionar las mejores.

En este caso me hubiera gustado un fondo mejor (una pradera o similar), pero lo que había en el corral eran piedras y con ello me he conformado.

Tratamiento digital con el Gimp. Pequeño retoque de: curvas, aberración cromática y nitidez.

Fujifilm Finepix S100FS, 1/200, f4.3, ISO 100, 170mm, macro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué pocos gallos tan chulos como éste se encuentran hoy. La foto es simpatiquísima.
Por cierto ¿Me permites sacarle una copia para un cierto conocido mío? Le va a encantar.

Erelea dijo...

¡No faltaba más!
Todas las que necesites.

Anónimo dijo...

Gracias. Recibirá noticias.