Cuantas veces detrás de un aspecto anodino hay cosas/gentes interesantes, o incluso muy interesantes, que solo necesitan que las miremos con un poco de atención.
La foto de hoy es de una royega, que de siempre es como hemos llamado a las orugas grandes y peludas (sobre todo peludas) en mi tierra, y sorpresa, es una palabra que viene en el diccionario. Bueno, el caso es que cuando hice la foto estaba simplemente sacando un bicho peludo, pero cuando la he visto más de cerca he quedado sorprendido con los colores del animalillo. Lo curioso es que dentro de unos días cuando se convierta en una mariposa será, ahora sí, una vulgar polilla (Malacosoma clisiocampa castrense).
Gracias a Iñigo Bernedo en Fotonatura por la identificación.
Tratamiento digital con el Gimp: recorte, pequeño retoque de curvas, reducción de tamaño y añadido del marco.
Canon 60D + 15-85 mm f3.5-5.6 IS USM EF-S
1/100, 5.6, ISO 400, 120 mm equivalente, macro a pulso.
1 comentario:
Muy bonita es, de verdad.
Saludos
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