El cielo del verano se llena de vencejos, aviones y golondrinas, pero hoy además nos visitan las cigüeñas, que se posan en un alero de la torre. La palabra vértigo no debió de inventarla una cigüeña.
Aprovechando que llevo la bici me muevo deprisa para cambiar el encuadre y recortar a contraluz la torre y las cigüeñas contra el cielo rojizo del atardecer.
Tratamiento digital: ligerísimo retoque de curvas, reducción de tamaño, aumento de nitidez y añadido del marco (todo con el Gimp).
Fujifilm Finepix S100FS, 1/300, f5.3, ISO100, 400mm, a pulso y sin aliento.
2 comentarios:
Bienhallado.
La foto es preciosa, llena de poesía.
Que sepas que me encantan las cigüeñas.
Saludos.
Bienvenido Curro. Gracias.
Además me alegro un montón de que vuelvas a escribir en tu rincón.
Un saludo
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