Cuando yo era pequeño estudié en una escuela de este estilo.
Desde los 5 a los 9 años mi Maestra fue Doña Sofía. Así, siempre con el Doña delante.
Tenía a su cargo 30 niños y niñas, desde los 6 a los 14 años. Es decir, tenía a su cargo todos los niños del pueblo en el mismo aula, y debía desde enseñar a leer a los más pequeños hasta mantener en orden a los mayores. Y todo a la vez. Y durante muchos años.
Afortunadamente, para ella y para nosotros, Doña Sofía tenía mucho genio y lo conseguía.
Ahora, 40 años más tarde, con 94 años, ha muerto.
En aquellos tiempos, en que las mujeres ¿no trabajaban?, Doña Sofía hizo un buen trabajo. Como tantos otros "Maestros de escuela". Como siguen haciendo ahora muchos profesionales de la enseñanza.
Y yo se lo agradezco. De verdad.
2 comentarios:
Hola, te acabo de descubrir y si Doña Sofía te ha enseñado a ver deste modo el mundo, sin duda que hizo un buen trabajo.
Te seguiré mirando.
Saludos desde Galicia
Todos tenemos gente a la que agradecer lo que hacen por nosotros: nuestros maestros, nuestros vecinos, nuestras familias... y mi conclusión es sencilla: seamos agradecidos.
Gracias Elena por tu visita y tu comentario.
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