Se habían pasado el día tras de las cosechadoras de cereal. Buscaban y encontraban saltamontes y topillos, dichosos topillos que tienen aburridos a los agricultores de Tierra de Campos. Al anochecer, justo antes de acabarse la luz, encontraron donde pasar la noche: en lo alto de la torre de la vieja iglesia. Las vi cuando se recogían. Son las 12 menos cuarto de la noche. No se ve casi nada, hay luna nueva, pero yo se que están ahí. A suficiente distancia pongo el trípode y preparo la cámara. No quiero molestarlas. Si se asustaran no se si echarían a volar o no se atreverían. Desde luego, volar y posarse a ciegas no debe ser agradable, y oir ruidos extraños en la oscuridad tampoco.
Luego vuelvo a casa y repaso las fotos.
Allí, arriba del todo, donde tenían que estar, están Las cigüeñas.
Tratamiento digital con el Gimp: ajuste de curvas, clonado de pixeles muertos, reducción de tamaño y añadido del marco.
Canon 60D + 15-85 mm f3.5-5.6 IS USM EF-S
183 segundos, f5.6, ISO 400, 136mm equivalentes, trípode.
