Después de un par de años pensando que mi cámara hacía las fotos un poco frías (para los amantes de la fotografía: con los colores un poco más azulados de lo que son en la realidad) he descubierto que no. Que las fotos eran frías por culpa de los monitores donde yo veía las fotos.Me he enterado gracias a que un amigo me ha dejado un aparato para calibrar monitores. El aparato en cuestión compara el color que se ve en la pantalla con el que se debería ver, y corrige la desviación. El resultado: lo que yo veía no era culpa de la cámara sino del monitor. Lo curioso es que tanto en mi monitor normal como en el del portátil el error era parecido, por eso yo no he sospechado nada antes.
El búho de la foto es un animal domesticado y lo saqué en la Semana de Caza y Pesca de Valladolid del 2010.
Tratamiento digital: pequeño retoque de curvas, reducción de tamaño, nitidez.
Fujifilm Finepix S100FS, 1/90, 2.8, ISO 100, 400 mm.

