domingo, 30 de enero de 2011

Calibración del monitor.

Después de un par de años pensando que mi cámara hacía las fotos un poco frías (para los amantes de la fotografía: con los colores un poco más azulados de lo que son en la realidad) he descubierto que no. Que las fotos eran frías por culpa de los monitores donde yo veía las fotos.

Me he enterado gracias a que un amigo me ha dejado un aparato para calibrar monitores. El aparato en cuestión compara el color que se ve en la pantalla con el que se debería ver, y corrige la desviación. El resultado: lo que yo veía no era culpa de la cámara sino del monitor. Lo curioso es que tanto en mi monitor normal como en el del portátil el error era parecido, por eso yo no he sospechado nada antes.

El búho de la foto es un animal domesticado y lo saqué en la Semana de Caza y Pesca de Valladolid del 2010.

Tratamiento digital: pequeño retoque de curvas, reducción de tamaño, nitidez.

Fujifilm Finepix S100FS, 1/90, 2.8, ISO 100, 400 mm.

7 comentarios:

Miguel dijo...

No entiendo de fotografía, pero este búho está precioso.

Un saludo.

Erelea dijo...

Son unos animales muy vistosos.
Gracias por dejar tu comentario Miguel.

diminuto blog dijo...

Más guapo no se puede ser. Bueno, sí, pero ahora me pilla lejos el espejo.
;-)

Pienso que la correcta calibración de un monitor es imprescindible para el profesional, y por las calidades que deberían resultar, finalmente, sobre la impresión en papel.

Veo imágenes de otros (y propias) en distintos monitores, y es verdad que cambian mucho, muchísimo, de unos a otros, y no solo por su calibración, también por su calidad.
A veces me cansan las conversaciones sobre calidades de imágenes, y cuando la mayoría las alojamos en internete y las dejamos a la aventura de distintas tecnologías; unas tecnologías que no están al alcance de todos.

Erelea dijo...

Teniendo en cuenta que casi no paso fotos al papel, estos temas de calibraciones no me quitan el sueño.
Ahora que he tenido oportunidad de calibrar los monitores lo he hecho, pero lo comento más como una curiosidad que como algo muy importante para mí. Es más, no creo que se note practicamente la diferencia en mis fotos.

Anónimo dijo...

En Las Arribes del Duero conocí a un Gran Duque domesticado y amaestrado por un guarda forestal que lo crió desde que salió del huevo. ¡Qué animal tan magnífico! Simboliza la sabiduría. Yo creo que no es por su cara de malas pulgas, presidente de tribunal de oposiciones, sino porque en el fondo, tras su ceño severo aguanta como puede la risa que le damos. Fíjate bien y verás que es verdad. En tu foto se aprecia bien claro.
Por cierto, preciosa foto.

Erelea dijo...

Yo siempre los he tenido por tipos serios, pero ahora que lo dices, tienes razón. Y no me extraña que se aguante la risa teniendonos delante.
Incluso diría, ahora que me fijo bien, que se rie con sorna.

Recuerdos perdidos dijo...

Puede que ser que sí, que esté todo el tiempo aguantando para no reírse en nuestras caras. Precioso.